Desde el momento de la fecundación y en especial desde la implantación del embrión en el útero materno, el cuerpo de la mujer empezara a modificarse a todos los niveles. La finalidad de todos estos cambios será acomodar y favorecer la evolución del feto.
El periodo de la gestación será una de las etapas más sorprendentes y expectantes de la vida de una mujer. Por esto es importante tener en cuenta, por lo menos, los cambios que serán comunes a todas las mujeres en este estado.
- A nivel cardiovascular:
– Hipotensión: la hipotensión se da cuando la mujer se estira boca arriba. Este fenómeno se da a partir de la semana 20. Es debido a que el volumen del útero presiona la vena cava inferior. Esta es una vena muy gruesa, que lleva la sangre de entrada al corazón, y está situada
por detrás del útero, por lo que cuando la mujer se estira, el útero engrandecido junto al efecto de la gravedad, aplicaran una presión sobre esta vena, reduciendo su luz, como ocurre cuando pisamos una manguera. El efecto de esta compresión será que llegue menos sangre al corazón, por lo que se refleja en una disminución de la tensión, posibles mareos, palidez, frialdad…
La vena cava inferior se sitúa hacia el lado derecho, por lo que la mejor posición para la gestante a partir de la semana 20, será inclinada hacia el lado izquierdo y con el cabezal levemente elevado, ya que de esta manera queda libre de presión la vena cava inferior. Sin embargo, se considera buena opción que la gestante apoye su peso hacia el lado que le resulte mas cómodo.
– Aumento del volumen sanguíneo: El volumen sanguíneo se incrementa de un 30 a un 50 %. Este aumento pero, será en su mayor parte de plasma, no de eritrocitos, por lo que tendrá lugar una anemia por hemodilución.
– Aumento de los factores de coagulación: El tiempo de coagulación disminuye, preparándose para el momento del parto en el que deberá promoverse el cese del sangrado. Los niveles durante el embarazo van alternándose debido a otros mecanismos más complejos.
- A nivel digestivo:
– Disminución de la motilidad gástrica: Las digestiones de la mujer embarazada se vuelven mucho más lentas.
– Aumento de la secreción de gastrina: Disminuye el pH gástrico, es decir que los líquidos gástricos se vuelven mas ácidos, por lo que si refluyen hacia otras zonas son mucho más irritantes.
– Edematización de las mucosas: leve inflamación de las zonas mucosas.
- A nivel respiratorio:
– Aumento del volumen respiratorio: La dilatación del útero desplaza hacia arriba el diafragma, que es el musculo que ayuda a expandirse y contraerse a los pulmones, aumenta el diámetro del tórax unos 2cm para compensar. También como mecanismo compensador, aumenta la frecuencia respiratoria.
– Aumento de la demanda de oxigeno: La madre ha
de aportar a el bebé oxigeno a través del cordón umbilical, por lo que necesita una buena oxigenación. Esto hace que la futura mamá tenga una tendencia inconsciente a suspirar.
Estos son solo algunos de los cambios que tienen lugar en el cuerpo de la mujer embarazada. No en todas las mujeres dan sintomatología, en algunas pasan inadvertidos y en otras es más acusado. Cada experiencia de embarazo es única.
