Durante el período de verano nuestra piel se expone a los rayos soleres con mayor frecuencia, intensidad y extensión.
Los rayos de luz ultravioleta (UV) pueden ocasionar daños importantes en la piel, en ocasiones con carácter grave y/o de carácter retardado. Entre las lesiones agudas pueden encontrarse las quemaduras solares de segundo y tercer grado (en condiciones extremas), pudiendo ocasionar shock o muerte. Las lesiones retardadas se manifiestan como un riesgo superior de sufrir un cáncer de piel.
La luz ultravioleta se emite en dos frecuencias: A y B (UVA y UVB). Antiguamente se consideraba que los UVA no eran perjudiciales, pero actualmente se sabe que actúan de forma conjunta con los UVB a la hora de producir quemaduras solares. Por lo tanto los dispositivos o cremas que bloquean el sol deben bloquear tanto los UVA como los UVB para ser eficaces.
La protección solar se mide con el factor de protección solar (FPS). El FPS es una medida numérica del grado en el que la ropa o la crema aumentan la dosis mínima de luz UV que enrojece la piel. Por ejemplo una crema solar con un valor de FPS de 40 consigue una protección frente a las quemaduras 40 veces mayor que la que se tendría sin ella.
Para comprobar el FPS de la ropa, se puede sostener una prenda frente a una bombilla de luz. Si la imagen de la bombilla se ve a través, el FPS será un poco inferior a 15. Si se percibe luz pero no la imagen, el FPS estará entre 15 y 60.
Se deben aplicar lociones protectoras con un FPS mínimo de 15 en la piel para reducir las posibles lesiones derivadas de la exposición solar. Si la exposición va a ser consciente y prolongada debe utilizarse crema protectora de FPS 30. Si nos vamos a mojar o sudar mucho es necesario repetir la aplicación con frecuencia.
Hay personas pueden sufrir reacciones alérgicas a un componente habitual de los protectores solares, el ácido para-amino benzoico (PABA), por lo que para evitar esta complicación se recomienda utilizar productos sin PABA.
Las lesiones agudas por quemadura solar se trataran como el resto de quemaduras, se llevará a cabo la misma cura de la herida que si hubiera sido producida por cualquier otro tipo de abrasivo o rozadura.